Hay mercados de carne y mercados de pescado. Hay mercados de materias primas y mercados de segundas manos. Hay mercados de antigüedades y mercados recientes. Hay mercados al por menor (con bolsa de plástico) y mercados bursátiles (con bolsa de la otra). Hay mercados en maleteros de coches y mercados en edificios victorianos. A Londres, señora, es que me la quitan de las manos.
Los mercados famosos ya los conocéis: Portobello y sus tiendas monas de broches y brioches. El rollo perroflauta de Camden y sus camisetas de comedia. Borough Market, rico-rico. Brick Lane que es mercado y pasarela de moda al mismo tiempo. Spitalfields, a punto de morir de éxito… La pregunta es: ¿cuales son los mercados en donde compran los londoners?
Columbia Road. Foto GanMed64. http://www.flickr.com/photos/ganmed64
Columbia Flower Market es un mercado en el corazón del East End a 5 minutos de Bethnal Green. Abre los domingos por la mañana y venden flores y plantas y esquejes y semillas y orquídeas que resisten el viaje a España en avión. Los tenderos gritan las ofertas con su pronunciadísimo acento cockney: a fiver son cinco libras y a tenner son diez. La calle del mercado está llena de encantadoras tiendas de arte, jardinería y loza de té.
Broadway Market es un mercado de comida (y algo de ropa) más al este aun. Su día grande es el sábado. Los puestos los regentan gentes con infinita pasión por la comida para los que el mercado es su segundo trabajo. El género es espectacular. Un algo caro, Broadway Market despliega su poderío culinario en 40 stands que venden quesos increíbles, tremendos curries para llevar y chocolate y tartas de autor como las de mi amiga Tamami, que un día cambió el diseño gráfico por la repostería y nunca se ha arrepentido.
Para presupuestos mas ajustados (y gustos mas globales), el mercado de Ridley Road es un arca de Noé culinaria con una pareja de cada especie (y un bote de cada especia). Está en Dalston y es una maravilla de multiculturalidad en la que se puede pasar de Turquía a Nigeria y de Nigeria a Jamaica con doblar una esquina. Hay una panadería que hace bagels (donuts de pan judíos) abierta 24 horas, un supermercado turco con pasta de tomate de Anatolia, suena música reggae de fondo y los puestos venden beatísima fruta y verdura. La mayor parte de ella –tengo que admitir– no se ni como se llama, ni como se cocina ni si la piel se puede comer o no.
Cuantas os pongo?
From Mato, from London. 